Las puertas cortafuegos o puertas RF son elementos de vital importancia a la hora de prevenir siniestros originados por el fuego, su instalación tiene dos objetivos principalmente, el primero es el de evitar la propagación de incendios en caso de siniestro y el segundo el permitir la rápida evacuación de las personas que se encuentren en el interior de un inmueble.

Dada su importancia, es verdaderamente importante que estas se encuentren en perfecto estado. Para ello, es muy recomendable que los responsables tengan identificadas las empresas que se dedican a su reparación, de manera rápida y eficaz. Por ejemplo, si la reparación de puertas cortafuegos es en Madrid, deben conocer a las mejores empresas de la comunidad que se dediquen a ello, siendo la premisa principal la rapidez en la reparación, ya que una puerta RF dañada, en mal estado o inoperativa, podría ser la fuente de un siniestro de magnitud incalculable.

Todas las puertas cortafuegos tienen que superar una serie de pruebas para comprobar su resistencia al fuego. Estas pruebas irán encaminadas a medir el tiempo que son capaces de resistir expuestas el fuego.

En base al resultado de dichas pruebas, las puertas serán calificadas como EI 30, EI 60, EI 90 y EI120, donde las letras se refieren a la integridad o capacidad que tiene un elemento de soportar los efectos del fuego en una de las caras sin transmitir el fuego a la cara no expuesta debido al paso de llamas o gases, y el número hace referencia a los minutos de resistencia.

Durante el test se valorarán varias cosas como: si durante la exposición a las llamas, la puerta permanece anclada de una manera sólida en su lugar, si es capaz de impedir la penetración de llamas y humo, así como su capacidad de aislamiento térmico o la capacidad a la hora de reducir la transmisión de calor. Por ello, cuando se realiza una reparación de puertas cortafuegos, esta debe centrarse en conseguir devolver a la puerta sus capacidades iniciales.

En la Actualidad existen puertas RF de muchos tipos, pero las más eficaces, a pesar de ser las menos estéticas, siguen siendo las metálicas. También existe una amplia variedad de sistemas de apertura para estas puertas, tales como las manillas, pomos o barras antipánico, debiendo tener en cuenta a la hora de instalarlas, que estas deben estar siempre homologadas para proporcionar una correcta funcionalidad y protección.

Algunas puertas pueden incorporar pequeñas ventanas que permiten ver lo que está sucediendo al otro lado de la puerta y la entrada de luz, siempre sin perder capacidad aislante.

Sea cual sea el tipo de puerta instalada, debe pasar revisiones periódicas obligatorias para comprobar su correcto funcionamiento, y que los elementos que lleven instalados estén en perfecto estado y cumplan su misión.

La eficacia para proteger un inmueble y a las personas que lo ocupan en un siniestro dependerá directamente de su mantenimiento, por lo que la reparación de las puertas cortafuegos en el caso de detectar alguna anomalía deberá realizarse siempre de una manera urgente y con las mejores garantías.